domingo, 3 de mayo de 2009

“Adoptar mascotas y no comprarlas”, pide AGAPE


En Medellín hay contabilizados alrededor de 4.500 animales callejeros. La cifra, divulgada por FAUNA (Fuerza Anti-crueldad Unida por la Naturaleza y los Animales) parece escandalosa, pero las calles de la ciudad la avalan.

Sin embargo, la suerte de estos animales parece estar cambiando gracias a la acción de personas que movidas por el sufrimiento de los animales han fomentado nuevos hábitos en cuanto a la tenencia de mascotas.

De otro lado, se ha registrado en la ciudad la reciente creación de diferentes grupos defensores que ayudan a ubicar animales extraviados, abandonados y maltratados en hogares amorosos y responsables.

AGAPE (Adopción de Gatos y Perros) es uno de los grupos defensores de animales de más reciente creación y en corto tiempo ya tiene cifras importantes a su haber. “En más de un año hemos recogido, recuperado y dado en adopción a casi 150 animales entre perros y gatos”, explica Angela Almeida, miembro del grupo y una de sus fundadoras.

El grupo, conformado por alrededor de 10 mujeres sensibles al dolor de los animales, encontró en la adopción una forma de aliviar la carga que implica la creación de albergues en la ciudad y el dolor que significa ver a un animal enfermo, desnutrido y abandonado en la calle.

Hogar para todos

Pero contrario a lo que muchos creen, las personas que hacen posible la adopción de animales abandonados son personas del común que sin tener un albergue o pertenecer a una fundación han recogido a muchos de estos seres y les han quitado el hambre y la suciedad. 

“El compañero de trabajo, el portero de la urbanización, la amiga, el taxista…siempre hay personas que pueden y quieren adoptar una mascota o que conocen a alguien que puede hacerlo”, explica Natalia Arboleda, miembro del grupo.

“Gracias a estas personas que decidieron romper con la impotencia, muchos de estos animales que conocieron la crueldad de las calles hoy viven felices en un hogar que prefirió adoptar una mascota en vez de comprarla en un criadero fomentando la sobrepoblación de perros y gatos y patrocinando el maltrato y la explotación”, agrega Sandra Uribe, de AGAPE. 

Los animales callejeros no solo producen dolor e impotencia en muchas personas sensibles sino que además implican algunos problemas de seguridad. “Una de las situaciones más comunes tiene que ver con vehículos automotores que además de atropellar a un animal callejero se accidentan ellos mismos”, acota Carmenza Beleño, parte del grupo.

¿Adoptantes o albergues?

Una de las propuestas del concejal municipal Alvaro Múnera, quien busca crear un marco legal para la protección de los animales, tiene que ver con la creación de albergues regionales para animales abandonados. Sin embargo, para AGAPE ésta no es la única solución.

“En el caso de caballos y otro tipo de animales no domésticos es muy válida la propuesta pero en el caso de perros y gatos consideramos que en Medellín puede haber un hogar responsable para cada animal”, acota la señora Almeida. 

“Algunos albergues han demostrado que son un foco de enfermedades, agresividad entre los animales y, en algunos casos, incluso de corrupción administrativa”, concluye

imagen tomada de: http://www.facebook.com/photo.php?pid=1650072&id=638142614

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